Buena suerte, mala suerte...

Publicado

Una de las mejores cosas que se puede organizar es vivir al día, buscar el alojamiento del día siguiente una vez que llegas al de hoy. En esas estábamos en Fuerteventura haciendo una ruta en bicicleta cuando las cosas se torcieron. Después de confirmar la reserva en internet recibimos una llamada diciendo que ha sido un error y que no admiten reservas de una sola noche. Bueno pues a seguir buscando. La siguiente opción de alojamiento nos desvía de nuestro objetivo pero parece ser la única disponible a esas horas.

El día de bicicleta resultó ser muy duro, con mucho viento en contra, más de 30 km/h. Eso hizo que el último tramo resultase fácil caminar que ir montado en la bici. Llegamos al alojamiento exhaustos, estábamos a 25 km de distancia del objetivo marcado al inicio de la actividad y en el pueblo no había ninguna tienda para comprar la cena… Podría parecer una racha de mala suerte sin embargo, en cuanto llegamos a la recepción del albergue, todo cambió. El sitio era genial, era un hostel de surferos y teníamos un apartamento con un salón enorme para nosotros, estaba super-limpio, todo el personal era encantador y nos llevaron en coche hasta la tienda. No estaba en los planes y llegamos de rebote pero, como todo era tan bueno nos quedamos allí tres días haciendo surf.

Autor